Para dar inicio a este artículo, es imperativo hacernos una pregunta: ¿en qué consiste el concepto de liderazgo femenino? En muchas ocasiones utilizamos este término, pero probablemente no hemos llegado a la profundidad de lo que implica. Karina Doña Molina, Licenciada en Ciencias Políticas de la Universidad de Chile, afirma que el liderazgo femenino no es otra cosa que la utilización de las características propias de las mujeres para ejercer el liderazgo al interior de las organizaciones, entendiendo que éstas son su principal fortaleza.
Es importante puntualizar que, a pesar de la importancia de la participación de ambos géneros dentro de las organizaciones, no todos los hombres ni todas las mujeres tienen la competencia de liderar. Para ejercer un alto cargo dentro de una organización, es necesario contar con ciertas características y capacidades que motiven un espacio de trabajo saludable, productivo y proactivo.
ConnectAmericas, define que existen 6 características principales dentro del liderazgo femenino, tales como:
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- Orientación a las personas: Son sociables, expresivas y cercanas, lo que brinda mucho potencial a la hora de lograr compromisos, sea con los objetivos de la organización o en un proyecto en particular.
- Tendencia a la cooperación: Esto hace que el trabajo en equipo sea más natural, ya que ellas son activas en la inclusión y conteniendo a las personas. También se preocupan porque los procesos seas ordenados y sanos.
- Capacidad de actuar en muchas direcciones: Poseen la capacidad innata de pensar y actuar en muchas direcciones o temas al mismo tiempo. Esto les da una ventaja a la hora de tomar decisiones y enfrentar crisis.
- Conducción horizontal: El liderazgo femenino es inclusivo, alienta la participación y comparte el poder y la información con aquellos a quienes conduce. Tiende a crear y fortalecer las identidades de grupo.
- Predomino de lo emocional: En general se hallan capacitadas para tener en cuenta el lado “humano” de las personas y generar altos niveles de empatía.
- Mayor predisposición al cambio: Su estilo es innovador, con un firme sentido de la calidad, centrado en la persona, flexible, comunicativo y persuasivo.
Con respecto a lo mencionado anteriormente, tener mujeres en equipos directivos proporciona diferentes ventajas:
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- Promoción del cambio.
- Trabajo cooperativo y colaborativo.
- Un mayor compromiso social.
Cifras en la actualidad
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- Según el Foro Económico Mundial, se necesitan 257 años para alcanzar la paridad de género en términos económicos. En el ámbito del liderazgo, destaca que, a nivel global el 34% de cargos directivos de las empresas son ocupados por mujeres, mientras que el 66% es ocupado por hombres.
- Hablando sobre Latinoamérica, según el BID, las mujeres en la región ganan el 87.2% del salario que perciben los hombres haciendo el mismo trabajo. Esto mismo pasa en Ecuador: según el INEC, el ingreso laboral promedio de las mujeres es 15% inferior al de los hombres.
- La Superintendencia de compañías, valores y seguros, de cada 10 gerencias generales, solo 1 es ocupada por mujeres.
Todo lo expuesto nos lleva a comprender sobre el papel que jugamos en las circunstancias de nuestra realidad. El cambio dentro de las estadísticas lo podremos visualizar una vez que cada uno de nosotros hagamos pequeños cambios que logren transformar grandes realidades. Es hora de concientizar que el talento no depende del género, sino de todas las capacidades, conocimientos y habilidades blandas que tengamos para ofrecer.