Incertidumbres, ¿qué nos depara este 2022?

By Alberto Podestá - enero 25, 2022

Estamos a pocas semanas de terminar el segundo año de pandemia, por lo que es necesario reflexionar sobre los desafíos que nos depara este 2022 en lo que se refiere a los riesgos económicos que debe afrontar el sector empresarial ecuatoriano y la sociedad en general. En este blog procuraremos identificar estas incertidumbres y como se desarrollarán en un ambiente económico que lucha por salir de la crisis.

Evolución de la pandemia

El inicio de este 2022 sin dudas no ha sido el esperado dado el contagio acelerado, no solo en la población ecuatoriana, sino a nivel mundial con la nueva variante Ómicron que tiene como característica principal ser la más contagiosa. Esto ha provocado que en los primeros 15 días del año los hospitales estén nuevamente operando a su máxima capacidad. La diferencia de esta nueva ola con la primera que azotó al mundo, es que encuentra a una población mayoritariamente vacunada. En Ecuador el 87% de la población ha completado su esquema de vacunación gracias a una excelente gestión gubernamental, lo cual ha permitido contar con una recuperación más rápida y que los efectos de esta variante sean lo menos nocivos para la salud y la economía del país. Algunos expertos manifiestan que Ómicron es el principio del fin de esta pandemia. Solo el tiempo lo dirá.

El deterioro de la solvencia

A pesar de las medidas gubernamentales tomadas en estos últimos dos años a fin de palear los efectos de la pandemia, aún existe una alta incertidumbre sobre la solvencia de las empresas, particularmente en el segmento PYMES, que ha sido uno de los más afectados. Es en este segmento donde las fuentes de financiamiento son escasas y caras, la tarea de supervivencia se vuelve titánica, provocando en muchos casos un deterioro en su capital de trabajo y por ende en la liquidez, principal motivo de quiebra de los negocios. En tanto la reactivación económica se siga alargando, el desafío de subsistir será cada vez mayor.

Seguimiento al desempleo

Si bien los indicadores laborales en el 2021 mejoraron con respecto al 2020, incorporándose más personas a un empleo pleno, aún no se logra evidenciar una total recuperación frente a los índices que existían previo a la pandemia. De acuerdo con cifras del INEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censo) a octubre 2021, el empleo adecuado tuvo un incremento de 3.8 puntos porcentuales con respecto a octubre 2020, llegando al 32%. En este 2022 el crecimiento del empleo adecuado estará directamente ligado a la reactivación económica creando un efecto dominó, todo esto bajo un escenario de menores restricciones provocadas por la pandemia.

El ahorro por gastar

Los hogares ecuatorianos han acumulado durante la pandemia un ahorro en depósitos de USD 41,206 millones a diciembre 2021. Esto es USD 3,681 millones más que a diciembre 2020, de acuerdo con información proporcionada por Asobanca. No obstante, se advierte que para este año exista un mayor nivel de gasto en los hogares, lo que ocasionará una reducción del ahorro acumulado. Esto como parte de los efectos de una progresiva evolución económica tan esperada por el empresariado.

Reactivación del turismo

Como es de conocimiento de todos, el turismo ha sido uno de los sectores con mayor impacto negativo producto de la pandemia del Covid-19. No obstante, también es cierto que el turismo para Ecuador es uno de sus principales motores de la actividad económica, por lo que es necesario poner mucha atención a su reactivación. Si bien en estos dos últimos años ha venido intentando recuperarse a paso lento, el 2022 es muy probable que no difiera mucho de lo alcanzado hasta el 2021. Las proyecciones internacionales sobre este sector auguran una recuperación en el 2023; sin embargo, resulta complejo anticipar cual será el comportamiento que tendrá el turismo internacional en el futuro.

Importaciones, su impacto en la cadena

A medida que exista una mayor recuperación en la economía, generará una mayor demanda y por ende un mayor estrés en la cadena de suministros principalmente para los productos importados, lo que ha provocado un incremento significativo en los costos de transporte y retrasos en las importaciones. Este efecto ya se sintió a lo largo del 2021 y es muy probable que se repita en este 2022; por ello es importante identificar previsivamente el comportamiento de la demanda y en que se orientará el consumo, para de esta forma, programar de manera más efectiva las importaciones tanto en tiempo como en costos.

En resumen, podemos decir que, si bien existen desafíos importantes en este 2022, hay altas expectativas que este año cierre con un balance positivo a su término, aunque mucho dependerá de que como sociedad logremos superar la pandemia y se consolide la tan ansiada reactivación económica.

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