La problemática de la cobranza antes, durante y después de la Pandemia

By María José Silva - diciembre 16, 2022

La crisis sanitaria provocada por el virus Covid-19 ha impactado en la estabilidad financiera de las personas, empresas, sectores, e incluso de las economías nacionales, de tal manera que, a raíz de la pandemia, se estima que el 87% de las empresas tuvieron afectaciones ( ASOBANCA)

Las empresas estaban acostumbradas a analizar la cartera por días de vencimiento: si tenía 30 días, 60, 90 o más de 180 días existían estrategias para generar la cobranza realizando la gestión por teléfono, visitas y, de ser el caso, acciones judiciales.

Sin embargo, al estar obligados a cerrar sus instalaciones debido al confinamiento por más de 90 días, surgió la siguiente interrogante: ¿cómo podemos seguir manejando un esquema de cobro así? La respuesta es simple: no se podía dar la espalda a clientes de toda la vida ante una situación a la que nos enfrentamos todos, fue así como surgió una nueva forma de cobranza sin afectar la liquidez de las empresas y su proyección de las ventas.

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Los proveedores generaron nuevas estrategias y dividieron sus carteras a crédito, en aquellos con voluntad de pago y los que no la tienen. Quienes no tenían la voluntad de pagar, era necesario tomar medidas extremas como cerrar su línea de crédito y tratar de recuperar mercadería o formalizar pagos mediante acuerdos judiciales, mientras que con quien si tenía voluntad de pago se presentaron algunas alternativas de solución para salvaguardar el recupero de la cartera y su vez ayudar al comprador a pagar las deudas más antiguas y las que generaría en el futuro.

Una de estas fue manejar la cartera antigua como vencida y generar acuerdos de pago con estos valores, siendo más estrictos con las ventas futuras, lo importante de esto fue NO dejar de otorgar crédito para dichas transacciones dándoles de esta manera apoyo (oxigeno) para que los compradores puedan honrar sus obligaciones vencidas; y las nuevas adquiridas, manejando un esquema distinto de cobro al que estábamos acostumbrados lo que sin duda generó CONFIANZA entre los proveedores y sus compradores en este nuevo entorno de incertidumbre.

Existen ciertos matices dentro de este nuevo esquema que las empresas han usado algunas con prueba y error, sin embargo hemos visto que han dado buenos resultados, ya que los casos de insolvencia en este tiempo se han mantenido en plazos y tiempos moderados.

Este ha sido uno de los recursos empleados para mitigar la situación, no todas las empresas lograron adaptarse y muchas de ellas tuvieron que cerrar. Otras mediante este mecanismo lograron sostenerse y seguir adelante no solo se innovó en la cobranza, sino también en las ventas que siguieron adelante a pesar de la difícil situación.

El seguro de Crédito es un complemento perfecto como herramienta de prevenciónque las empresas puede obtener, sobre todo si se considera que las cuentas por cobrar llegan a representar hasta 40% de los activos de algunas compañías.

9 de cada 10 empresas en el país han experimentado la disminución de hasta el 50% en los ingresos a raíz de la pandemia, en parte por falta de pagos de sus clientes que provocó también que las reclamaciones por indemnización de seguro de crédito aumentaran en el 2021. ( CEPAL)

Los seguros de crédito se hacen efectivos ante un incumplimiento de pago de las cuentas a crédito que se otorgan a los clientes y la aseguradora se encarga del recobro a deudores y, si el cobro ya no es posible, puede respaldar financieramente al asegurado respecto al monto no pagado.

La colocación de este seguro entre las pymes del país ha ayudado a garantizar la operación de las empresas cuando enfrentan el impago en sus cuentas por cobrar.

Ante esta realidad quienes ofertamos seguro de crédito decidimos crear un producto a la medida considerando los constantes cambios en el mercado y el crecimiento de las probabilidades de NO pago. Ahora los negocios podrán respaldarse con un seguro de crédito que les otorgue un camino mucho más firme, estarán cubiertos por cualquier retraso en sus cuentas por cobrar, no se verán forzados a realizar ventas adicionales o a solicitar financiamiento en caso de sufrir impagos; y, junto a la aseguradora, buscarán una forma más eficiente de gestionar las cobranzas.

Adicionalmente, el seguro de crédito ayudará a las empresas a encontrar la manera de apoyar a sus compradores manteniendo relaciones comerciales a largo plazo solventando el crecimiento y sostenibilidad de los negocios consolidando así una relación ganar-ganar con alternativas de cobranza adecuadas.

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Al cumplirse casi 3 años desde el inicio de la pandemia hemos aprendido muchas cosas; nadie estaba mentalizado en vivir una situación así, nos preparamos para una guerra, para un desastre natural e incluso para una invasión de seres de otro planeta, pero no para una pandemia. También se demostró nuestra capacidad de adaptación como especie humana y, en el caso de las empresas, su capacidad de resiliencia al reinventarse en momentos de crisis.

La nueva realidad nos permitió ver cuán importante es tener aliados estratégicos, buscar juntos soluciones, entender el mercado y todo esto con la certeza de que el retorno de las ventas será seguro ya sea a cargo del comprador o de la aseguradora, gracias al seguro de crédito.

 

 

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