El trabajo de un exportador es difícil.
No solamente tiene que enfocarse en producir productos de calidad, debe saber navegar en los complicados esquemas del comercio internacional que difieren en cada país y comprador y, por si esto fuera poco, debe enfrentarse a los riesgos de fraude.
Hace poco tiempo autoridades especializadas en Estados Unidos lanzaron advertencias para apoyar la detección de fraude en las importaciones en su industria alimenticia. Esto nos hace entender que este problema no se exclusivo de los países en vías de desarrollo y por eso es necesario tener cuidado.
Aunque todos los días se crea un nuevo esquema de fraude de comercio exterior, estos son los más conocidos y de los que todo exportador se debe cuidar.
Este es el equivalente al phishing en el mercado financiero: se suplanta a una gran empresa para engañar a un proveedor.
Quienes fueron víctimas de este fraude recibieron correos de personas con altos cargos de multinacionales conocidas, en las que se se solicita mercadería de forma urgente, pero, con condiciones de pago de 30 - 60 o 90 días.
Enfocados en convertirse en proveedores, las víctimas de este fraude enviaron la mercadería para (después de cumplido el plazo) notar que no solamente las personas con las que se contactaron ya no están disponibles, sino que nunca trabajaron en esas empresas.
Una forma fácil de cuidarse:
Cuando llegue un correo del representante de una multinacional es necesario tomarse el tiempo de analizar si esta persona dice la verdad.
Una validación fácil es el dominio de la empresa, si por ejemplo, recibes un pedido de La gran Multinacional Z.
Y su página web es: www.multinacionalz.com.
Ten cuidado si recibes un correo con distinto dominio, como estos:
Si el correo es distinto a la web, duda.
Por otro lado, puedes confiar en servicios de verificación internacional, tienen su costo, pero, evitan la pérdida de mucho dinero en mercadería.
Este esquema no era muy común en países en vías de desarrollo, pero, ahora es universal.
Aunque para varios procesos de exportación este puede ser un requerimiento válido, también se utiliza para falsificación de documentos y tráfico de personas, es mejor tener mucho cuidado: si no puedes evitar tomar este paso previo, asegúrate que quienes quieren venir son quienes dicen ser. Usa todos los medios de validación que tengas a tu alcance.
Aunque esto puede ser real, nuevamente, es un esquema que se utiliza mucho para fraudes: cuando se envía el dinero, los compradores potenciales desaparecen y el dinero se esfumó.
Es útil en estos casos solicitar al comprador un desglose de todos los ítems a pagar y las instituciones responsables, si la respuesta no tiene coherencia, algo está sucediendo.
Puedes también analizar la posibilidad de contratar una agencia internacional que se encargue de todos los trámites. Así, podrás entender las verdaderas intenciones del comprador potencial. Si este insiste en que solamente él puede hacerlo es mejor dudar y mucho.
Estos son los 3 fraudes más utilizados, pero, el nivel técnico y de complejidad de comercio exterior hace que cada día se cree un nuevo esquema.
Seguros Confianza, en conjunto con las reaseguradoras más grandes a nivel mundial pueden apoyar a que ninguno de estos fraudes se materialicen a través del Seguro de Crédito.
A nivel internacional, el proceso inicia con la validación del comprador. Si el contacto recibido no existe o si la empresa dispuesta a comprar no cuenta con la capacidad técnica, moral y financiera de asumir la compra, lo comunicamos al exportador, evitando pérdidas de sus productos.
Por otro lado, en Estados Unidos, el seguro cubre el riesgo comercial y el capítulo 11 de la Ley de Quiebras (Chapter 11 of Title 11 of the United States Code) que permite a las empresas con problemas financieros reorganizarse bajo la protección de la ley.
Como cobertura adicional, está la de Riesgo Político (exclusivo en el seguro de crédito para la exportación), que se aplica en los siguientes casos:
Como puedes notar, la contratación de este instrumento financiero evita que tu empresa sea víctima de un fraude que puede tener consecuencias desastrosas y te permite lanzar a una política de ventas más agresiva con tranquilidad y riesgo controlado.
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